El buceo, también conocido como submarinismo, es una actividad deportiva que consiste en sumergirse en el agua para explorar el mundo submarino. A través de una serie de habilidades y técnicas, los buceadores podemos adentrarnos en las profundidades de los mares, lagos y océanos para admirar la diversidad de la vida marina que habita bajo las aguas, los impresionantes paisajes submarinos y los restos de antiguos naufragios que reposan en los arrecifes. No únicamente se trata de un deporte fascinante y emocionante, sino que también puede ser una forma de conectarse con la naturaleza y desconectar de las preocupaciones y del estrés que nos atenazan día a día en el mundo exterior.

Esta emocionante actividad, además, requiere del uso de un equipo especializado. Entre los principales elementos que forma este, podemos citar el uso de una máscara, traje de buceo, regulador, aletas y tanque de aire comprimido, para poder respirar bajo el agua. Asimismo, no nos podemos olvidar del conocimiento de determinadas técnicas para desplazarnos con mayor facilidad y gastando los mínimos recursos posibles para alargar las inmersiones. Sin embargo, no hay que olvidar que el buceo es una actividad de alto riesgo y se deben seguir procedimientos de seguridad estrictos.

Durante cada inmersión, es necesario que realicemos una de seguridad de buceo -o varias- para evitar problemas de descompresión y de oxígeno, lo que requiere de un buen entrenamiento y experiencia, que se suele obtener gracias a los cursos PADI o SSI. Gracias a ello, podemos tener la oportunidad de explorar y descubrir un mundo único y fascinante que se oculta bajo la superficie de las aguas.

¿Para qué sirve la parada de seguridad en buceo?

La parada de seguridad en buceo es una práctica vital y obligatoria para todas aquellas personas que se dediquen a la práctica de esta disciplina, ya tengan un nivel principiante o experto.  Esta actividad consiste en detener el ascenso y permanecer durante unos minutos a una profundidad de entre 3 y 5 metros, justo antes de salir a la superficie.

El cuerpo debe adaptar a los cambios de presión

Si te preguntas para qué sirve la parada de seguridad, podemos decir que el objetivo principal es permitir que el cuerpo se adapte progresivamente a los cambios de presión que se producen durante la inmersión. Recuerda que, conforme vamos ganando profundidad, cada vez tenemos más litros de agua ejerciendo progresivamente una mayor presión sobre nuestro cuerpo.

Además, respiramos aire comprimido que contiene alrededor de un 79% nitrógeno y un 21% de oxígeno. Cuando estamos a mayor presión, el nitrógeno se reparte por todo nuestro cuerpo, pero, durante el descenso hasta la superficie, este puede formar pequeñas burbujas en nuestra sangre que se eliminan, simplemente, con la respiración. Por ello, es necesario realizar, al menos, una parada de seguridad, de unos tres minutos, para ir eliminando de nuestro organismo estas burbujas.

Evitar el síndrome de descompresión en el buceo y otros daños

De no hacerlo, podríamos exponernos a sufrir el síndrome de descompresión, que puede provocar una sintomatología muy variada. Entre los síntomas principales, podemos incluir los mareos, entumecimiento de brazos y piernas, dificultad para respirar, visión borrosa, dilos en el pecho, confusión e incluso desmayos.

Asimismo, con la parada de seguridad durante el buceo, también se evitan posibles daños en los oídos y en los tejidos de los mismos, como el barotrauma. Por todas estas razones, la parada de seguridad es una medida de precaución esencial que garantiza nuestra seguridad y bienestar mientras estamos practicando nuestro deporte favorito.

¿Cómo hacer la descompresión en el buceo?

Como hemos comentado más arriba, la descompresión en el buceo es un proceso vital y necesario que se debe realizar de forma obligatoria, especialmente en aquellos descensos a más de 30 metros de profundidad. Consiste en detener el ascenso cuando nos encontramos a unos 4,5 metros de la superficie y esperar durante unos tres minutos mientras mantenemos una flotabilidad neutra.

De esta manera, a través de la respiración, podremos liberar gradualmente el nitrógeno que se ha ido acumulando en el cuerpo durante la inmersión, evitando así el síndrome de descompresión. Para ello, es fundamental seguir las tablas de descompresión y los tiempos de ascenso recomendados en cada tipo de buceo. Además, es importante llevar un ordenador de buceo para monitorear la profundidad y los tiempos de inmersión, ya que, la percepción de la profundidad y del paso del tiempo pueden resultar relativas.

¿Qué es la narcosis de nitrógeno en buceo?

La narcosis de nitrógeno, también conocida popularmente como “borrachera de las profundidades», es una condición fisiológica que nos puede afectar durante la práctica de buceo durante inmersiones en aguas profundas. Se produce cuando la presión del nitrógeno en el cuerpo aumenta debido a la profundidad, lo que puede causar una alteración en el sistema nervioso central y afectar nuestras capacidades mentales y físicas. Es decir, puede producir efectos parecidos a los del consumo de alcohol y otro tipo de drogas.

Algunos de los síntomas más comunes de la narcosis de nitrógeno incluyen euforia, desorientación, dificultad para pensar con claridad y pérdida de coordinación. Esta condición puede resultar peligrosa ya que puede llevar a una mala toma de decisiones y a situaciones de emergencia bajo el agua.

Por este motivo, es muy importante que los buceadores seamos conscientes de qué es la narcosis de nitrógeno para saber identificar los síntomas y podamos tomar las medidas necesarias para prevenirla. Entre estas acciones, es necesario limitar las inmersiones a ciertas profundidades y, por supuesto, realizar las paradas de seguridad necesarias durante el ascenso. Los submarinistas experimentados también pueden aprender a reconocer y controlar los síntomas de la narcosis de nitrógeno en buceo mediante la práctica y el entrenamiento adecuado.

Last Updated on: Dic 04, 2023