El traje de buceo actúa como una segunda piel que nos protege bajo el agua y que nos permite movernos con naturalidad a pesar de las bajas temperaturas. Contar con un traje apropiado puede marcar la diferencia en las inmersiones, por lo que tomarse el tiempo necesario para elegirlo es fundamental.

Hay que tener en cuenta que el frío que se experimenta bajo el agua no es algo banal: es un peligro más al que hay que combatir. Cuanto más profunda sea la inmersión, más frío se puede experimentar. Para evitar choques térmicos es esencial disponer de un traje con la capacidad suficiente como para evitar problemas por las bajas temperaturas.

El traje de buceo idóneo: consejos para elegirlo

Lo primero que debes saber es que suele ser más conveniente contar con un traje propio antes que alquilarlo. Si bien es la opción más cara, tener un traje cuyas características ya conoces te puede ahorrar muchos problemas. En cambio, aunque el alquiler es más económico, te expones al desconocimiento y a posibles características desconocidas que no acaben de encajar con lo que necesitas.

Pero si vas a invertir en un traje de buceo, tienes que tener en cuenta lo siguiente:

  • Selecciona el tipo de traje adecuado. Existen trajes húmedos, semisecos y secos.
  • Húmedos. Los de neopreno, también llamados wetsuits, son los trajes de buceo más utilizados. Un traje húmedo funciona atrapando entre la piel y el neopreno una capa de agua que se calienta con el calor corporal. Esto, combinado con las propiedades aislantes del neopreno, desacelera la pérdida de calor corporal durante la permanencia en el agua. 
  • “Shorty”. Estos trajes se emplean solo en aguas cálidas (28 °C, aprox.), y están disponibles en varios grosores, de 1 a 5 mm. Son trajes que carecen de extremidades, siendo mucho más cómodos de poner y quitar.
  • Traje húmedo completo. Perfectos para aguas por encima de los 18 °C. Pueden ser monopieza o de dos piezas, y se encuentran en grosores de entre 3 y 7 mm.
  • Semisecos. Los semisecos son trajes de buceo hechos de neopreno, solo que reducen más la entrada de agua que los wetsuits. Cuenta con cremalleras especiales que aíslan más al cuerpo del agua. Están disponibles en grosores de entre 5 y 7 mm, y se emplean para inmersiones en aguas que rondan los 22 °C de media.
  • Secos. Los trajes de buceo secos impiden totalmente el paso de agua, dejando la piel completamente aislada. Tiene un sistema de sellado estanco en cuello y muñecas, lo que lo hace perfecto para inmersiones en el agua hasta de 0 °C. Al tener aire en su interior, la flotabilidad es un factor a tener en cuenta en los trajes secos. Es necesario ajustarla mediante válvulas para permitir su hinchado y deshinchado.
  • Presta atención al ajuste. Tanto en wetsuits como en trajes secos y semisecos, el ajuste es importante. En el caso de los trajes húmedos, es fundamental que se ajusten para que esa capa de agua que actúa como aislante no circule por el interior. En el caso de los trajes secos y semisecos, el cuello y las muñecas deben estar ajustados correctamente para mantener el sellado.
  • Ten en cuenta el grosor del tejido. Hay una gran variedad de grosores en todos los tipos de trajes. En función de las características de las aguas donde vayas a bucear, será más conveniente apostar por un grosor más o menos elevado.
  • Debe ser cómodo, siempre. Los trajes de buceo deben actuar como una segunda piel, sobre todo los húmedos. Si encuentras que no te acaba de resultar fácil llevarlo y crees que va a comprometer tu movilidad bajo el agua, prueba a modificar el grosor o las dimensiones del traje.
  • Tiene que estar adaptado al género. Es lógico que los trajes de buceo, sobre todo los wetsuits, estén adaptados al cuerpo masculino y femenino para garantizar un ajuste óptimo en los descensos.
  • Comprueba su elasticidad y flotabilidad. Son dos aspectos cruciales de los trajes de buceo, pero varían en base al tipo de traje del que estemos hablando. Un traje húmedo es más flexible que un traje seco, y la flotabilidad suele ser óptima porque se trata de trajes ligeros. En cambio, los trajes secos tienen una flotabilidad que no facilita mucho los movimientos bajo el agua, y son menos elásticos.
  • Echa un vistazo a las cremalleras. Sobre todo en los trajes secos, en los que el aislamiento es vital. Si la cremallera falla en un traje de buceo, ponértelo y quitártelo puede ser un problema.
  • Pruébatelo antes de comprarlo. Es aconsejable que pruebes el traje antes de comprarlo para estar completamente seguro de que se adapta a lo que buscas. Si notases que bajo el agua no termina de convencerte, te aconsejamos que consultes con un especialista para encontrar uno que sí se adapte a tus preferencias.

Otros aspectos a considerar a la hora de comprar un traje de buceo nuevo

Aparte del traje de buceo, no debes descuidar los complementos que pueden ayudarte a la hora de hacer tus descensos. Guantes, capuchas, máscaras y escarpines son accesorios fundamentales para disfrutar de una experiencia óptima. Debes poner el mismo cuidado a la hora de adquirir estos accesorios por tu cuenta para que se adapten igual de bien que tu traje de buceo.

Tanto para elegir tu traje de buceo como a la hora de adquirir tus complementos, debes tener en cuenta varios factores adicionales: las inmersiones previas que hayas hecho, la duración de los descensos, tu complexión física… todo ello es clave para fundamentar tu elección y acertar con tu compra.

Last Updated on: Mar 27, 2023