El buceo es una actividad recreativa, una disciplina y un deporte fascinante y emocionante que nos permite explorar las profundidades de los mares y de los océanos. Gracias a ello, tenemos la oportunidad de conocer todo un mundo submarino completamente diferente al que estamos acostumbrados a vivir en tierra firme. A grandes rasgos, diremos que se trata de sumergirnos en el agua, equipados con un traje de neopreno, un tanque de aire y otros accesorios especiales, que nos ayudan a poder respirar y mantenernos bajo el agua durante un determinado lapso de tiempo.
Como hemos comentado, además de ser una actividad recreativa, el buceo también es una disciplina deportiva que requiere de un determinado entrenamiento, así como poseer una técnica adecuada que consiga garantizar la seguridad durante las inmersiones. Pero lo más importante del buceo es que este deporte nos brinda la oportunidad de descubrir un mundo maravilloso lleno de vida y belleza, donde podemos observar desde fascinantes peces de colores y corales hasta imponentes criaturas marinas e incluso restos de naufragios.
Ahora bien, en la actualidad disponemos de todas las técnicas y de todas las comodidades y avances técnicos y tecnológicos para poder realizar las inmersiones. Sin embargo, en sus inicios, las personas que dieron forma a esta disciplina no contaron con ninguna ayuda, sino que fueron verdaderos aventureros que incluso llegaban a arriesgar la vida. Por ello, en este post, vamos a arrojar algunos datos respecto a la historia del buceo.
Historia del buceo en la prehistoria
En la prehistoria, encontramos algunos indicios de que los seres humanos aprendieron a sumergirse para recolectar alimentos que se encontraban bajo las aguas del mar. La práctica de esta actividad se realizaba de una manera rudimentaria, a pulmón y sin contar con los equipos ni las técnicas avanzadas que conocemos hoy en día.
Esto se debe a que se han encontrado algunos yacimientos prehistóricos en los que han aparecido restos de conchas de moluscos que se encuentran a varios metros bajo la superficie del mar. Por lo tanto, podemos decir que, desde los inicios, el ser humano ha tenido la necesidad de sumergirse bajo las aguas. Por lo tanto, las primeras inmersiones se realizaron en la prehistoria, más de 7.000 años atrás en el tiempo.
Historia del buceo en la edad antigua
El buceo es una disciplina que cuenta con una larga y fascinante historia que se remonta a la Antigüedad. De hecho, en la antigua Grecia y en Egipto, ya se utilizaban esponjas y cañas huecas para permitir a los buceadores respirar bajo el agua y así recolectar alimentos y objetos de valor bajo las aguas de los mares, ríos y lagos. De hecho, gracias a la fascinación que los seres humanos han sentido por el mundo submarino, a lo largo de los siglos, el buceo se convirtió en un medio de búsqueda de tesoros y en una forma de explorar lo desconocido.
Historia del buceo en la edad media
Durante la Edad Media, el buceo fue una actividad que resurgió con fuerza, pese a que no se lograron avances demasiado notorios. De hecho, hasta el propio Leonardo Da Vinci, que, además de pintor, era conocido por su faceta de inventor, diseñó distintos elementos con la intención de que funcionaran para poder bucear en las profundidades submarinas.
Entre ellos, por ejemplo, podemos citar unos pies de pato, unos guantes palmeados y una caperuza de cuero que servía para proporcionar aislamiento bajo el agua. También diseñó un tubo para respirar que es muy similar al tubo de snorkel que utilizamos en la actualidad. Aunque la funcionalidad de estos inventos era muy limitada, han servido de base para crear muchos de los equipos que se utilizan hoy en día.
Pocos años después también encontramos algunos manuscritos datados en torno al año 1450 d.C en los que se representa una especie de buzo bajo el agua, que es reflejo de la inquietud de los seres humanos por conquistar el mundo submarino. Sin embargo, lo cierto es que la técnica no permitía sumergirse demasiado ni de manera autónoma.
Historia del buceo en la edad moderna
En la edad moderna, el principal hito en la historia del buceo fue la invención de la campana húmeda, en torno al 1500 d.C. Por ejemplo, encontramos la Campana de Guillermo de Lorena, que data de 1531, la de José Bono, de 1582, la de Buonaiuto Lorini, de 1597 y la de Nicolás de Cardona, de 1610, entre otras que vendrían posteriormente.
Estas se utilizaban como medio para poder recuperar tesoros hundidos bajo el mar. Su funcionamiento era muy sencillo, ya que, por la forma de campana, quedaba una cámara de aire en su interior que permitía sumergirse bajo el agua y realizar tareas sencillas de recuperación de tesoros. Esta solía estar fabricada de metal para garantizar que se hundiera con facilidad y estaba atada a una cuerda en el extremo superior para poderla bajar poco a poco y poder devolverla, posteriormente, a la superficie.
Historia del buceo en la edad contemporánea
No fue hasta la edad contemporánea cuando este deporte surgió tal y como lo conocemos en la actualidad. Por ello, si te preguntabas quién inventó el buceo, te diremos que no está del todo claro, ya que en la edad moderna ya se había inventado la campana de buceo húmeda y otras personalidades inventaron otros dispositivos que podrían permitir inmersiones de hasta 30 minutos bajo el agua con la ayuda de estas campanas.
Sin embargo, se tiene constancia de que fue el inglés Henry Fleus quien inventó el buceo actual, ya que tuvo la idea de utilizar oxígeno comprimido para permitir hasta 3 horas de autonomía bajo el agua. Por lo tanto, se puede considerar que fue él quien inventó el buceo.
No obstante, el equipo de buceo fue inventado a lo largo del siglo XIX, ya que Charles Anthony y John Deane, inventaron el casco de buceo en 1826. Unas décadas después, ya en 1865, Benoit Rouquatoyl y Auguste Denayrouse inventaron un tanque de acero repleto de aire comprimido con renovación de aire con una manguera.
Ya en el siglo XX, se utilizó un casco de buceo que fue inventado en 1917 y que fue ampliamente utilizado a lo largo de la Segunda Guerra Mundial. En 1925 se inventó el traje de buceo especializado para la realización de las labores submarinas. Ya en los años 30 Guy Gilpàtic inventó las primeras máscaras y gafas de buceo, que ha sido, de alguna manera, el origen de los equipos que se utilizan para practicar esta disciplina de una manera segura.
