En el mundo del submarinismo, existen una multitud de tipos de buceo que puedes practicar. Entre ellos, podemos encontrar, por ejemplo, el buceo libre o en apnea, que se trata de una variedad de esta disciplina deportiva que proporciona una manera distinta de experimentar las maravillas del mundo que se esconde bajo las aguas.

Es decir, gracias al buceo en apnea, podrás vivir el buceo como nunca lo habías imaginado, ya que podrás sumergirte a mayor profundidad. Del mismo modo, podrás permanecer durante más rato bajo el agua y sentir, de alguna manera, que formas parte de la vida que habita bajo las aguas de los mares y océanos. Es, por así decirlo, una experiencia increíble que es difícil de describir.

Se trata de una disciplina de buceo en la que te debes sumergir a pulmón, sin contar con el equipo de buceo habitual, sin botellas con la mezcla de gases Nitrox. Como hemos comentado, el objetivo principal del buceo en apnea es alcanzar una mayor profundidad y alargar al máximo las inmersiones bajo el agua. Por ello, es indispensable dominar el movimiento bajo el agua, ya que se debe economizar el gasto de energía para tardar más en consumir el aire, por lo que es necesario contar con una alta capacidad pulmonar.

Asimismo, también es recomendable haber pasado un periodo de entrenamiento y, por supuesto, aprender a concentrarse para entrar en un estado de relajación total antes de sumergirte. Sabemos que no es una disciplina sencilla, por lo que en este artículo te vamos a dar algunos consejos para practicar el buceo en apnea de una manera segura. Así que, si te interesa, te recomendamos seguir leyendo.

¿Qué equipo de buceo en apnea necesitas?

Para la práctica del buceo en apnea o buceo libre, aunque debes prescindir de gran parte de los materiales del equipo para la práctica normal del submarinismo, también es necesario contar con algunos elementos necesarios. Por ello, dentro del equipo de buceo en apnea, es imprescindible contar con unas aletas más largas de lo habitual. Esto se debe a que nos van a permitir desplazarnos bajo el agua de una manera más eficiente ahorrando al máximo el gasto de energía y de aire.

Del mismo modo, también es totalmente imprescindible contar con una máscara que se adapte a la perfección a la forma de nuestro rostro, ya que, para desplazarnos, debemos ver el entorno con la máxima claridad posible. Asimismo, no debemos olvidar el tubo, ya que es un elemento necesario que nos va a permitir respirar mientras estamos cerca de la superficie.

Por supuesto, el traje de buceo es indispensable para la práctica del buceo en apnea, ya que, es posible que necesitemos proteger nuestra piel de la picadura de algunas especies acuáticas, como, por ejemplo, las medusas. Debes tener en cuenta su grosor, ya que, en aguas frías, deberás elegir uno con una tela bastante gruesa. En cambio, en aguas cálidas, lo más recomendable es optar por un traje más fino.

Por último, para hacer buceo en apnea, es necesario contar con un peso que te ayude a sumergirnos y evitar la tendencia que tenemos los seres humanos a flotar cuando entramos en el agua. Para ello, utilizaremos algunas pesas de plomo que se pueden añadir al cinturón de lastre y que nos ayudarán a alcanzar mayor profundidad en el menor tiempo posible.

Buceo en apnea: técnicas

A pesar de que el buceo en apnea parece relativamente sencillo, lo cierto es que se requieren bastantes nociones sobre seguridad y fisiología, es decir: aprender a controlar tu propio cuerpo. Esto se debe a que, si no utilizas la técnica correcta, es posible sufrir desmayos o lesiones en los oídos, en los conductos nasales e incluso en los pulmones.

Por este motivo, lo primero que debes aprender a controlar es la respiración, ya que esta, nos ayudará a entrar en el estado de relajación mental que necesitamos para la práctica de buceo en apnea. Es necesario, por lo tanto, aprender a controlar el diafragma, pero también la respiración superficial o torácica. Asimismo, es interesante mantener la forma física a través de un entrenamiento intenso de tres a cinco veces por semana, pero también aprender técnicas de relajación y realizar estiramientos como parte de la rutina diaria.

De la misma manera, también es necesario optimizar la flotabilidad, especialmente cuando se practica esta modalidad sin cambios de lastre. Por ello, es importante aprovechar al máximo los distintos grados de flotabilidad. Por ello, debes controlar la carga de aire que introducimos en los pulmones antes de la inmersión dependiendo de la profundidad que vayamos a descender.

Por este motivo, lo más recomendable es optar por realizar un curso de buceo en apnea. Con la ayuda de un instructor, podrás mejorar las habilidades necesarias y evitar correr riesgos innecesarios. Gracias a ello, podrás controlar las técnicas necesarias para incrementar rápidamente tanto la profundidad como el tiempo que permaneces bajo el agua. Del mismo modo, también podrás desarrollar las habilidades necesarias relacionadas con la seguridad personal y en relación con la de tus compañeros de inmersión.

¿Cuál es el récord de buceo en apnea?

Aunque la mayoría de las personas que carecen de un entrenamiento especializado pueden aguantar la respiración durante poco más de 30 segundos y, como mucho se puede estar sin respirar unos 3 minutos, los profesionales del buceo en apnea pueden extender este tiempo hasta más de 10 minutos sin tener que utilizar ningún equipo de respiración asistida gracias al uso de una serie de técnicas de respiración y de optimización de la energía.

Por ello, si te preguntas cuál es el récord de profundidad máxima de buceo en apnea libre, podemos decir que este récord lo tiene el neozelandés William Trubridge, que consiguió descender 121 metros a pulmón sin utilizar pesas, ni aletas y sin tocar la cuerda de guía. La duración del descenso fue de unos cuatro minutos y diez segundos.

No obstante, hay otra persona que ostenta el récord de buceo en apnea a mayor profundidad, aunque con aletas y pesas. Se trata del austríaco Herbert Nitsch, que, primero, en 2007 logró descender hasta 214 metros de profundidad en una inmersión en Spetses, Grecia.

No obstante, unos años después, en 2012 superó su propio récord en la isla griega de Santorini, descendiendo a una profundidad de 253 metros. En esta ocasión, sufrió un grave síndrome de descompresión que le ocasionó daños cerebrales que le llevaron a una larga y dura rehabilitación. Esta es, por lo tanto, la profundidad máxima de buceo en apnea a la que ha llegado nunca un ser humano.

Last Updated on: Dic 04, 2023